Carmen Salazar (Psicóloga)
Es indudable que pasamos muchas horas cada día en nuestro puesto de trabajo, por lo que sentirnos apoyados por nuestros compañeros en un ambiente positivo es fundamental para nuestro rendimiento y nuestra salud emocional. Al sentir que funcionamos en equipo, que compartimos objetivos e intereses comunes, en definitiva, que “caminamos” en la misma dirección, aprendemos más, somos más creativos y sufrimos menos el impacto del estrés.
Sin embargo, en todos los entornos laborales pueden surgir problemas y malentendidos que generen conflictos entre los integrantes del equipo de trabajo. Éste es un aspecto frecuente en la dinámica empresarial. Los conflictos pueden tener causas diversas como las dificultades en la comunicación, las diferencias en valores, los choques de personalidad, la competitividad, las directrices poco claras, o los cambios en la empresa, entre otras.
Si los conflictos no se resuelven a tiempo, pueden generar serios problemas, aunque, por otro lado, a veces el conflicto es una oportunidad de cambio que tras su resolución ofrecerá nuevas perspectivas positivas para la empresa.
Las tendencias frecuentes que adoptamos ante el conflicto son por un lado la evitación y por otro el enfrentamiento. Ambas vías nos llevarán a la frustración, pues no resolverán el problema sino que aumentarán las diferencias entre las partes. En primer lugar, hay que hacer un análisis “en frío” del problema, sus causas, los objetivos a conseguir y las alternativas de solución, y posteriormente afrontar el desacuerdo mediante la negociación. Para poder negociar soluciones ante el conflicto de una forma proactiva y constructiva, contamos con una herramienta muy valiosa: la asertividad.
Las estrategias de comunicación asertivas nos van a permitir defender nuestros derechos sin menoscabar los de los demás, planificar propuestas de negociación, desarrollar la empatía para entender otros puntos de vista cuando surge un problema, proponer cambios positivos para ambas partes: soluciones “WIN-WIN”; en definitiva, generar alternativas realistas, escoger las mejores de ellas y ponerlas a prueba consensuadamente. La comunicación asertiva nos permite alcanzar cordialmente soluciones razonables para todas las partes en conflicto.