Alba Cruz Ramírez (Departamento de Marketing del CLM)
Una alumna becada por el Instituto Sueco y otro de nuestros estudiantes de sueco en el Centro de Lenguas Modernas ultiman todos los preparativos para su estancia en Suecia: “Estamos muy contentos, tenemos muchas ganas de vivir esta experiencia”.
Tal y como podemos leer en su propia página web, «el Instituto Sueco es una institución pública cuyo cometido es aumentar la confianza que los países del mundo tienen en Suecia. Trabaja en los ámbitos de la cultura, la educación, la ciencia y la industria para fortalecer relaciones y facilitar el desarrollo».
Una de sus ramas más importantes, “la lengua sueca en el mundo”, se centra en la difusión y el apoyo para el aprendizaje del sueco por parte de todos los Centros Oficiales adscritos a dicha institución.
Desde la concesión de becas para realizar estancias en el país escandinavo, hasta la financiación de actividades culturales, pasando por la aportación de material bibliográfico, las maneras en las que el Instituto Sueco lleva su cultura por el mundo son muy diversas.
Los alumnos de sueco del Centro de Lenguas Modernas han podido beneficiarse de muchas de estas ventajas, ya que, como Centro oficial adscrito al Instituto Sueco, es el único organismo oficial de enseñanza de esta lengua en Andalucía dentro del marco de las ayudas ofrecidas desde el Gobierno de Suecia.
Eva Gamundi, traductora de 27 años y actual estudiante de un Máster de Información y Comunicación Científica en la UGR, y Alejandro Montoro, un informático granadino de 25 años, trabajador en una empresa bioinformática, nos conceden una entrevista para contarnos su experien
cia aprendiendo sueco en el Centro de Lenguas Modernas. Eva ha sido becada por el Instituto Sueco para disfrutar de una estancia de 3 semanas en Axevalla, en el sur de Suecia, con todos los gastos pagados: alojamiento, comida, programa académico, actividades culturales, etc. Alejandro, por su parte, asumiendo los gastos, también se une a la aventura al haber sido admitido como alumno.
Pregunta: ¿Cuál fue el origen de vuestro interés por la lengua sueca?
Eva: Desde pequeña me han interesado mucho los países nórdicos. Siempre he sido apasionada de la lectura y, en este sentido, me fascinaba leer sobre Escandinavia. Hace unos 3 años aproximadamente estuve trabajando como au pair durante un año en Noruega, y me encantó la cultura del país, el estilo de vida y hasta el idioma, que me parece precioso. De hecho, el sueco y el noruego se parecen mucho. Cuando volví a Granada, no quise perder esa conexión especial que se había fraguado.
Alejandro: En realidad, no había tenido ningún contacto especial con el idioma ni con la cultura escandinava, pero un día, esperando a que Eva saliera de clase de sueco, la profesora del CLM, Carmen Montes, me invitó a pasar los últimos minutos al aula. Entonces leyó un cuento precioso que me “enganchó” por completo; se titulaba Dalhästen (El caballito de Dalarna) de Annie Bergman. Este fue mi primer contacto con el sueco. Carmen es una apasionada de la cultura y la lengua sueca y eso se transmite.
P: ¿Cuál es el aspecto que más os gusta de la cultura de Suecia?
Eva: Creo que la cultura laboral del país, haciendo especial hincapié en los derechos del trabajador. Esto es algo que dista mucho de la situación actual que tenemos en España. He podido trabajar en ambos países y, en este sentido, he notado la diferencia.
Por otra parte, el papel fundamental que el Gobierno otorga a la educación y la cultura; de hecho, aparte de esta beca en concreto, en el curso de sueco en el CLM hemos tenido todo el material de texto totalmente gratuito. Es un país que aporta mucho al aspecto cultural.
El estilo de vida del país también me parece fantástico, en este aspecto, hay muchos mitos que hay que desmontar.
P: Contadnos un poco más sobre esto último. ¿Hay muchas diferencias con la vida en España?
Eva: La gente se sorprendería de la cantidad de tiempo que pasan al aire libre. Evidentemente, el clima es muy diferente al de nuestro país, pero en los países escandinavos tienen una conexión brutal con la naturaleza; les encanta practicar deportes al aire libre y en el medio natural. Allí siempre dicen que “lo malo no es el tiempo, sino la ropa que uno lleva”, y es cierto. Su nivel de vida y el tiempo libre del que pueden disfrutar gracias a sus condiciones laborales les permiten estar completamente equipados para realizar todo tipo de actividades y disfrutar de su círculo social más de lo que imaginamos. No son países tristes ni lúgubres ¡ni mucho menos!
Alejandro: Claro, hay diferencias… ¡Pero a nosotros también nos gusta mucho
España! No es algo excluyente, ni mucho menos, cada país tiene sus cosas buenas, aunque, en mi caso, la adaptación al clima de Suecia no será difícil porque me gusta mucho el frío (…).
Eva: Vuelvo a hacer referencia a la cultura, sobre todo la cultura literaria. ¡Hay muchas mujeres! De hecho, el primer premio Nobel de Literatura a una mujer fue a una escritora sueca, Selma Lagerlöf. Además, hay una tendencia a la fantasía y la ciencia ficción como géneros en la Literatura sueca y como lectora, me encanta.
P: ¿Cómo ha sido vuestra experiencia en el CLM?
Alejandro: Llevo un cuatrimestre estudiando sueco y empecé desde cero. En particular, me gustaría resaltar la labor de la profesora, que además ha sido premio nacional a la mejor traducción1: ¡Carmen es una profesora magnífica! Hace del aprendizaje del idioma todo un placer y una experiencia. La verdad es que estamos muy contentos.
Eva: Tenemos una joya en Granada y la gente no es consciente de ello. Excepto en Madrid y en Barcelona, donde hay dos instituciones respectivamente, el CLM es la única institución adscrita al Instituto Sueco que puede ofrecer estas ventajas que ofrece. Es una situación ideal: un centro bonito en una zona preciosa de Granada, con una profesora excelente que, además, saca el máximo partido a los recursos que ofrece el Instituto Sueco. Ahora, por ejemplo, está organizando una serie de actividades para celebrar el centenario del nacimiento de Ingmar Bergman. Tendrán lugar en el CLM, entre otros escenarios, y en ellas participaremos activamente todos sus alumnos. ¡Una maravilla!