Frases hechas, dichos y refranes en el aprendizaje del español

Maribel Díaz Guervós (bibliotecaria y documentalista CLM )

En el aprendizaje de una lengua extranjera, las frases hechas, dichos y refranes forman parte del acervo cultural e intelectual de un idioma. Para el aprendiente es quizás la parte más divertida del idioma y tienen un sentido práctico para la vida cotidiana. En el Español como lengua extranjera ELE, estas formas del lenguaje indican lo rico y variado de nuestro idioma. En un sentido figurado, conocer y dominar estas expresiones son como “poner la guinda del pastel“ o  simplemente «ponerle la guinda» es decir, dar por finalizada una actuación de forma placentera o lo que es lo mismo, finalizar algo muy bien.

Los autores Héloïse Guerrier y  David Sánchez, de Cagando leches (2019) 3ª edición y Con dos huevos (2017) 5ª edición  editorial  Astiberri  nos deleitan con las locuciones del lenguaje coloquial más sorprendentes del español profundizando en su etimología e ilustrando de manera literal cada expresión. Los textos están traducidos al inglés y al francés. Está dirigido tanto a los nativos del español como a los extranjeros que se encuentran desorientados ante tan abundante argot.

La biblioteca del Centro de lenguas Modernas posee una colección de libros sobre frases hechas, dichos, modismos y refranes que se pueden consultar en el catálogo de la biblioteca universitaria de Granada.

 

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El arte de enseñar español

Ramón Barquero Baena (Centro de Lenguas Modernas)

“El lenguaje es el mapa de una cultura. Te dice de dónde viene su gente y a dónde se dirigen”. (Rita Mae Brown)

Aprendió a utilizar la palabra con la precisión del arquero que rara vez yerra el blanco. Conocedora de que, incluso en su función más retórica, la lengua siempre persigue un objetivo pragmático, no daba puntada sin hilo con cada frase que hilvanaba. Ensimismada en esa invaluable habilidad, tardó en darse cuenta de que aunque, para lo bueno y para malo, fuera la responsable última de todo lo que dijera, sólo poseía el usufructo pero no la nuda propiedad de las pequeñas piezas que, una vez bien engranadas, cimentaban su discurso.

Alguien con autoridad en la materia le explicó un buen día que la lengua que hablaba era la forja y, por tanto, el testimonio del largo bagaje de una cultura ancestral. Le contó que cada palabra, cada frase hecha, cada expresión, tenían su razón de ser y daban buena cuenta de las vivencias de sus antepasados; de las penurias de sus abuelos; de historias de héroes y villanos, de traidores y mártires, de sátrapas y libertadores; de obras literarias universales y de leyendas aldeanas transmitidas de padres a hijos por vía oral; de pueblos invasores y de conquistas emprendidas que, en ambos casos, dejaron su huella indeleble en el alma del idioma; de guerras fraticidas; de poetas y espadachines;  de playas, montañas y ríos; de siglos oscuros y edades de oro; de palacios de cuento y muros de adobe cocido; de movimientos y movidas; de epidemias connaturales con su época y de anacrónicas pandemias que acabarían definiendo una era y dejando secuelas también en el habla.

Fue ese el preciso instante en el que descubrió el amor que sentía por el mejor legado que sus mayores le podían haber dejado. Era la antesala de una decisión que cambiaría su vida para siempre: convertirse en profesora de español. Barruntó que no había mejor manera de mostrar al mundo la belleza de su lengua, fiel reflejo de una manera de pensar y vivir sin par. Se propuso convertir su enseñanza en un arte que llevara a sus estudiantes de cualquier rincón del planeta a un estado de sortilegio similar al que ella se hallaba sometida. Soñó que, de esta manera, forjaría nuevos hispanistas, traductores, escritores y, ¿por qué no?, quizás también futuros profesores, paladines del español en el mundo que contribuirían a que las conquistas por llegar fueran las de una lengua y una cultura universales.

 

Si tú también has notado que el gusano de la vocación ELE llama a tu puerta,  ten muy presente que, a diferencia de otros sectores en los que no siempre vocación y demanda van tan de la mano, en el sector de la enseñanza de  español como lengua extranjera, la objetividad de las cifras constituye un sólido respaldo para la materialización de tu proyecto profesional.

Gráfica de estudiantes de español en el mundo
Número de estudiantes de español en el mundo distribuidos por países, según datos de 2019 (Fuente: Instituto Cervantes, 2019) (Diseño: Antonio Rodríguez, Departamento Multimedia CLM)

El siguiente gráfico muestra la distribución por países de los casi 22 millones de estudiantes de español repartidos por el mundo, cifras que dan fe de la demanda de profesores ELE previa a la irrupción de la pandemia y que se espera que se dispare una vez superada ésta.

Si tu deseo es encaminar tus pasos profesionales hacia el apasionante universo de la enseñanza de español ELE, el Centro de Lenguas Modernas te ofrece la iniciación ideal por medio del Diploma de especialización para la formación inicial de profesorado de español como lengua extranjera. Este programa lleva el sello de una institución pionera en la formación de profesorado ELE, como muestra el número de profesores de español de todo el mundo, más de 5000, que ha pasado por sus aulas, así como el nombre de los organismos oficiales con los que el CLM ha colaborado tradicionalmente y de manera regular en tareas de formación: Instituto Cervantes, Consejerías de Educación de las Embajadas de España en diferentes países, entre las que destaca la Consejería en Washington, y la Subdirección General de Cooperación Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores, entre otros.

Si el español te llama, no dudes en acudir a su llamada.

 

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¿Qué es el mindfulness?

Ana Herrero Hernández (profesora de español ELE, CLM)

En lugar de definírtelo, te voy a invitar a que mires esa foto y que además reflexiones un poco sobre las siguientes preguntas:

El mindfulness consiste en centrar la atención, de manera desapasionada, en las percepciones, los pensamientos, las emociones, las sensaciones y el ambiente que nos rodea, sin plantearse si son adecuados, ajenos a cualquier problema, a  sus causas, consecuencias y a las posibles soluciones.
El mindfulness consiste en centrar la atención, de manera desapasionada, en las percepciones, los pensamientos, las emociones, las sensaciones y el ambiente que nos rodea, sin plantearse si son adecuados, ajenos a cualquier problema, a  sus causas, consecuencias y a las posibles soluciones.

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